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El gazpachuelo malagueño es una sopa caliente típica de la provincia de Málaga que, a pesar de su nombre, no tiene nada que ver con el gazpacho frío que se toma en verano.
Esta receta humilde pero deliciosa tiene como base el pescado blanco, una mayonesa casera ligera y un caldo suave de verduras. Un plato reconfortante, perfecto para los días más frescos, y con un valor nutricional entre los que destaca su contenido en proteínas de calidad y vitaminas.
Para preparar este gazpachuelo, se necesitan ingredientes sencillos y es que la clave está en la emulsión de la mayonesa y su incorporación cuidadosa al caldo para que no se corte.
Ingredientes para un buen gazpachuelo
Para el caldo:
- 1 lomo de merluza (unos 300 g) o rape (también 300 g), limpio de espinas
- 2 patatas medianas, peladas y cortadas en rodajas gruesas
- 1 zanahoria grande, pelada y en rodajas
- 1/2 cebolla, pelada
- 1 hoja de laurel
- 1,2 litros de agua
- Sal al gusto
Para la mayonesa casera ligera
- 1 huevo (a temperatura ambiente)
- 200 ml de aceite de oliva suave o de girasol
- 1 cucharada de zumo de limón o vinagre suave
- Una pizca de sal
Paso 1
Primero, se elabora el caldo. En una olla grande se colocan las verduras troceadas (una zanahoria, media cebolla, una hoja de laurel) junto con las patatas peladas y cortadas en rodajas gruesas. Se cubre con agua y se lleva a ebullición. Cuando las patatas estén casi cocidas, se añade el pescado, cortado en trozos grandes para evitar que se deshaga, y se cocina todo durante unos 10-15 minutos más a fuego medio. El pescado debe quedar jugoso y no muy cocido..
Paso 2
Mientras tanto, se prepara una mayonesa ligera. En el vaso de batidora se pone un huevo, una pizca de sal, unas gotas de limón y se comienza a batir mientras se incorpora lentamente aceite de oliva suave o aceite de girasol, hasta obtener una salsa emulsionada pero más líquida que una mayonesa convencional. Esta versión más ligera es fundamental para que la mezcla con el caldo no resulte demasiado pesada.
Paso 3
Una vez el pescado y las verduras estén cocidos, se retira un poco de caldo caliente (fuera del fuego) y se deja enfriar. A ese caldo se le añade poco a poco la mayonesa mientras se remueve constantemente para integrarla sin que se corte. Luego, esta mezcla se reincorpora al resto del caldo de la olla, ya fuera del fuego o a muy baja temperatura, removiendo suavemente para que la sopa adquiera su textura cremosa característica. No se debe volver a hervir, ya que eso estropearía la emulsión.
Su resultado es un plato caliente, sabroso y muy nutritivo. Tiene un toque a mar gracias al pescado y un dulzor suave que viene de las verduras cocidas. La mayonesa le da una textura cremosa sin tapar los sabores principales.
Además, es una excelente forma de comer proteínas de buena calidad y vitaminas, sobre todo del grupo B y la vitamina C que vienen del caldo de verduras.
Este plato se puede servir tal cual o acompañarlo con un poco de pan frito o arroz blanco cocido. En algunas versiones más modernas se le añaden gambas o almejas.